Alimentacion sana
Una alimentación sana y equilibrada y realizar cualquier ejercicio físico de forma periódica son las bases para una buena salud.
Muchos de los factores de riesgo que ocasionan muertes prematuras en nuestros días, tales como la presión sanguínea, los problemas de corazón, el colesterol o la diabetes, están directamente relacionados con nuestra alimentación.
A continuación presentamos trucos para seguir sin esfuerzo una alimentación sana.
- Tomar porciones pequeñas. El objetivo no es contar las calorías hasta obsesionarse. Simplemente comiendo porciones más pequeñas y usa un plato de tamaño mediano en vez de uno grande se puede conseguir comer un poquito menos cada día. Un ahorro de tan solo 100 calorías al día permite perder muchos kilos al final del año.
- Beber alrededor de dos litros de agua al día. El agua hidrata nuestro cuerpo y además ayuda a quemar las grasas. El agua es mejor para quitar la sed que las bebidas gaseosas y contiene menos calorías. También pueden tomarse zumos de fruta, café o té con poco azúcar.
- No saltarse ninguna comida. El desayuno es la comida más importante del día ya que por las mañanas realizamos el mayor gasto energético. Además, la intensa actividad que se desarrolla en esas horas hace que se quemen calorías más fácilmentedía, Pero el resto de comidas también son importantes. Saltarse una comida produce llegar a la siguiente con mucha más hambre. Los nutricionistas recomiendan tomar hasta cinco comidas diarias. Tampoco es aconsejable comer cuando se está nervioso o mientras se ve la televisión, se está leyendo o sentado frente al ordenador: de esta forma comeremos mayor cantidad sin darnos cuenta.
- Comer varias porciones de fruta y legumbres a diario. Las frutas y legumbres son la mayor fuente de vitaminas y minerales, necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente. 000 isminuir el consumo de dulces. Es una mala costumbre terminar las comidas con un postre dulce. El mejor postre es la fruta.
- Cocinar sano. El aceite de oliva es beneficioso para la salud y puede utilizarse para cocinar. De todas formas, es siempre mejor cocer o asar los alimentos en vez de freírlos. Aunque cuesta acostumbrarse, los alimentos ya contienen sal suficiente con lo que nos es necesario añadir más. La leche y sus derivados contienen mucha grasa por lo que se recomienda consumirlos sin grasa (desnatados) Por último, retirar la grasa de las carnes y la piel a las aves.
Alimentos y Medicamentos
Es común que muchas veces que nos medicamos no notemos el efecto del medicamento, y de inmediato lo culpemos diciendo que no nos quita el malestar o que no es lo suficientemente efectivo. Pero tal vez la responsabilidad de esto esté en nosotros mismos y no tanto en el medicamento en sí.
Si tenemos un suplemento medicinal en la mano y abrimos la heladera y tomamos lo primero que encontremos en estado líquido para ingerirlo (desde yogurth hasta cerveza en casos extremos), probablemente estemos incurriendo en un error que inhiba por completo la acción del medicamento.
Las distintas clases de bebidas pueden llegar a reducir o eliminar por completo la acción del medicamento, causándonos el problema de no sentir ninguna mejoría tras ingerirlo. Es recomendable saber qué líquido tomar con los medicamentos para evitar este problema.
El agua es el líquido más recomendable para ingerir medicamentos, pues por su composición química es una garantía de que la acción del medicamento no se verá afectada en lo absoluto. No obstante, otros líquidos pueden reducirla, e incluso otros pueden acentuarla.
La leche y sus derivados (yogurth, leche cuajada, helados de leche, etc.) pueden causar diversas barreras al accionar de muchos medicamentos. Particularmente los antibióticos, medicamentos sumamente comunes que todos hemos ingerido alguna vez, los cuales se pueden ver completamente afectados si lo ingerimos con leche a causa del calcio que esta bebida contiene.
Por otra parte, el jugo de naranja es una bebida que puede llegar a potenciar el efecto de algunos medicamentos, por lo cual es preferible tomar estos con esta bebida antes que con agua. Hablo específicamente de los medicamentos que sirven para el tratamiento de la anemia, pues la vitamina C que contiene el jugo de naranja ayuda a fijar el hierro de estos medicamentos, haciéndolos así mucho más efectivos.
Contrariamente al jugo de naranja, el té negro no es una buena opción para tomar medicamentos relativos al tratamiento de la anemia o suplementos de hierro en general, pues los taninos contenidos en el té negro impiden que nuestro organismo absorba el hierro de los medicamentos.
De todos modos, para evitar dudas es preferible ingerirlos siempre con agua. No obstante, consideré útil mostrarles estos consejos para saber qué escoger a la hora de tomar medicamentos. Y en todos los casos no olviden leer el prospecto de los medicamentos, pues eso siempre es garantía de erradicación total de dudas.
Si tenemos un suplemento medicinal en la mano y abrimos la heladera y tomamos lo primero que encontremos en estado líquido para ingerirlo (desde yogurth hasta cerveza en casos extremos), probablemente estemos incurriendo en un error que inhiba por completo la acción del medicamento.
Las distintas clases de bebidas pueden llegar a reducir o eliminar por completo la acción del medicamento, causándonos el problema de no sentir ninguna mejoría tras ingerirlo. Es recomendable saber qué líquido tomar con los medicamentos para evitar este problema.
El agua es el líquido más recomendable para ingerir medicamentos, pues por su composición química es una garantía de que la acción del medicamento no se verá afectada en lo absoluto. No obstante, otros líquidos pueden reducirla, e incluso otros pueden acentuarla.
La leche y sus derivados (yogurth, leche cuajada, helados de leche, etc.) pueden causar diversas barreras al accionar de muchos medicamentos. Particularmente los antibióticos, medicamentos sumamente comunes que todos hemos ingerido alguna vez, los cuales se pueden ver completamente afectados si lo ingerimos con leche a causa del calcio que esta bebida contiene.
Por otra parte, el jugo de naranja es una bebida que puede llegar a potenciar el efecto de algunos medicamentos, por lo cual es preferible tomar estos con esta bebida antes que con agua. Hablo específicamente de los medicamentos que sirven para el tratamiento de la anemia, pues la vitamina C que contiene el jugo de naranja ayuda a fijar el hierro de estos medicamentos, haciéndolos así mucho más efectivos.
Contrariamente al jugo de naranja, el té negro no es una buena opción para tomar medicamentos relativos al tratamiento de la anemia o suplementos de hierro en general, pues los taninos contenidos en el té negro impiden que nuestro organismo absorba el hierro de los medicamentos.
De todos modos, para evitar dudas es preferible ingerirlos siempre con agua. No obstante, consideré útil mostrarles estos consejos para saber qué escoger a la hora de tomar medicamentos. Y en todos los casos no olviden leer el prospecto de los medicamentos, pues eso siempre es garantía de erradicación total de dudas.
Administración de Medicamentos a los NiñosDarle un medicamento a su hijo de manera segura puede resultar complicado. Quizá se sienta atemorizado por tener que suministrarle a su hijo un medicamento cuya dosis debe ser exacta, ya que sabe que si le da muy poco o demasiado pueden aparecer efectos secundarios graves. Afortunadamente, con algo de conocimiento y teniendo mucho cuidado, usted puede ayudar a tratar la enfermedad de su hijo y al mismo tiempo evitar reacciones peligrosas.
El uso correcto de los medicamentos consiste en saber en qué momento son necesarios y cuándo no lo son. Siempre pregúntele al médico cuando no esté seguro que los síntomas que presenta su hijo requieren tratamiento médico. En la mayoría de los casos, los tratamientos en el hogar, sin el uso de medicamentos, serán la manera ideal de lograr una rápida recuperación, especialmente en casos leves de resfriados o gripe. Para ayudar al sistema inmunológico a recuperarse, asegúrese de que el enfermo descanse y tome mucho líquido, como agua, jugos o caldo. Esto le permitirá evitar la deshidratación que puede ocurrir como consecuencia de la pérdida de líquidos corporales al vomitar, tener diarrea, transpirar o eliminar secreciones nasales. Si su hijo está congestionado y tiene la nariz tapada, utilice gotas de solución fisiológica. Un humidificador de agua fría o un vaporizador de agua caliente mantienen el ambiente húmedo y ayudan a que el niño se descongestione. Sin embargo, cuando utilice un humidificador o un vaporizador, asegúrese de limpiarlo todos los días, ya que puede llenarse de bacterias y moho si no lo guarda limpio y seco. Para asegurarse de que está usando los medicamentos recetados o de venta libre correctamente, hable con el médico y el farmacéutico sobre los síntomas de su hijo. Cuando tenga que darle un medicamento a su hijo, usted tiene que saber lo siguiente:
En ocasiones, los medicamentos se deben suministrar en la medida que se necesiten (se toman solamente cuando el niño presenta ciertos síntomas, como dolor o molestias). Para la mayoría de los medicamentos, sin embargo, su niño debe terminar toda la medicina, como lo indicó el médico, aun si comienza a sentirse mejor. Por ejemplo, los antibióticos ayudan a eliminar las bacterias presentes en el organismo y por eso es importante terminar todas las dosis prescriptas aunque los síntomas hayan desaparecido. Si deja de tomar el antibiótico antes de tiempo, la infección puede regresar. Pero los medicamentos de venta libre que alivian síntomas como dolores o fiebre (acetaminofeno o ibuprofeno) sólo deben tomarse cuando el médico lo recomiende. Nunca les dé aspirina a los niños, especialmente cuando tengan una enfermedad viral. El suministro de aspirina durante una enfermedad causada por un virus (como la influenza, la varicela, o una infección de las vías respiratorias superiores) puede ocasionar el síndrome de Reye, una afección que puede poner al niño en peligro de muerte y que presenta síntomas como náuseas, vómitos y un cansancio extremo que quizá derive en un estado comatoso. Dado que los medicamentos de venta libre (incluyendo aquellos para tratar los dolores de cabeza y las náuseas) contienen aspirina, siempre debe leer las etiquetas y consultar al médico antes de usarlos. Además, tenga cuidado, ya que algunos medicamentos que contienen aspirina utilizan otros términos para nombrarla (como salicilato o ácido acetilsalicílico). Evite el uso de estos medicamentos también. Otros consejos para usar los medicamentos de manera segura son los siguientes:
Lea todas las indicaciones. Los medicamentos recetados, así como los de venta libre, vienen con indicaciones impresas sobre los efectos secundarios y contienen más información sobre cómo tomar el medicamento. Asegúrese de leer toda la información cuidadosamente antes de comenzar con el medicamento y llame al médico si tiene preguntas acerca de las indicaciones. ¿Tomarlo durante o fuera de las comidas? Todos los medicamentos recetados vienen con etiquetas que indican cómo se deben tomar. Por ejemplo, cuando la etiqueta indica “tomar en las comidas o con leche” significa que el medicamento puede caerle mal si tiene el estómago vacío, o que la comida aumenta su capacidad de absorción. En este caso, su hijo debe comer algo antes de tomar el medicamento. Otra indicación muy común de los medicamentos recetados es “tomar con el estómago vacío”. En este caso, su hijo tendrá que tomar el medicamento 1 hora antes o 2 horas después de la comida, ya que los alimentos pueden impedir que el medicamento tenga el efecto esperado o pueden retardar o reducir su absorción. Algunos medicamentos interactúan solamente con ciertos alimentos o nutrientes, como los lácteos. Por lo tanto, asegúrese de leer las etiquetas para obtener más indicaciones. La etiqueta puede indicarle que agite el medicamento líquido antes de usarlo para que los ingredientes activos se mezclen de manera uniforme. La dosis correcta. Es de suma importancia que su hijo reciba la dosis exacta de medicamento dado que la mayoría de las drogas deben tomarse en una cierta dosis y en determinados momentos para que produzcan el efecto deseado. Si a su hijo le han recetado un medicamento, la dosis estará indicada por escrito en la etiqueta del envase de la droga. Si su hijo tiene que tomar un medicamento de venta libre, la dosis estará impresa en el prospecto que viene junto con la droga, en la caja del producto o en su etiqueta. Nunca suministre un medicamento de venta libre a los niños menores de 2 años sin la aprobación del médico. Consulte con su medico de cabecera si tiene dudas o preguntas. Los medicamentos para tos y rersfrio no son recomendables en niños menores de 2 años debido a posibles efectos colaterales indeseables. Puede medir el medicamento del niño de varias maneras y la óptima será la que se adecue mejor a la edad del niño y a su cooperación para tomar la droga. Para los bebés que todavía no pueden tomar en taza, use jeringas que marquen las dosis. Al usar una jeringa puede verter el medicamento en la boca del bebé y evitar que lo escupa. Sin embargo, debe tener cuidado al usar una jeringa, ya que algunas vienen con una pequeña tapa en el extremo que si se desprende puede hacer que el bebé se ahogue. Guarde la jeringa para los medicamentos en un lugar seguro, fuera del alcance de su hijo. Otra posibilidad, para los niños pequeños y los bebés, es darles el medicamento utilizando un gotero de plástico. También podrá utilizar una cuchara cilíndrica con las dosis marcadas, que viene con un mango largo que su hijo podrá agarrar con facilidad. Si su hijo puede tomar de una taza sin problema, los pequeños vasos que vienen con el medicamento resultan muy útiles. En la actualidad, hay incluso chupetes que sirven como dispositivo para suministrar medicamentos. Éstos son muy efectivos para darles el medicamento a bebés y niños pequeños. Con éstos, debe poner el medicamento en el vaso pequeño con medidor que viene con el chupete y luego darle el chupete al bebé para que chupe. La mayor parte del medicamento no pasa por las papilas gustativas, haciendo que el medicamento sea fácil de tragar. Nunca utilice cucharas de mesa para medir el medicamento del niño, ya que estos utensilios de cocina no proporcionan medidas estándar. En cambio, diríjase a su farmacia local para obtener algún tipo de elemento medidor que le permita suministrar la dosis exacta del medicamento. “¡Sabe muy mal!” ¿Su hijo está esquivando tomar la medicina? Tenga en cuenta estos consejos para hacer que los niños tomen el medicamento:
Efectos secundarios Después de darle una dosis de medicamento a su niño, esté atento para detectar efectos secundarios o reacciones alérgicas. Es posible que el farmacéutico le indique cuáles son los efectos secundarios que pueden aparecer (por ejemplo somnolencia o hiperactividad), o que lo lea en el envase del producto. Si su hijo presenta efectos secundarios como erupciones cutáneas, urticaria, vómitos o diarrea, hable con su médico o con el farmacéutico. La penicilina y otros antibióticos son las drogas recetadas que más ocasionan reacciones alérgicas. Si su hijo hace un silbido al respirar, tiene dificultad para respirar o sufre un dolor agudo después de tomar el medicamento, busque atención de emergencia llamando al 911 o dirigiéndose a una sala de emergencias inmediatamente. Éstos pueden ser síntomas de anafilaxia, una reacción alérgica a un alergeno determinado (ciertos medicamentos, alimentos o picaduras de insectos) que pone en peligro la vida del niño. Almacenamiento correcto Debe tener tanto cuidado con el almacenamiento correcto de los medicamentos como con el suministro de las dosis. Lea las indicaciones del medicamento. Algunos medicamentos deben refrigerarse, pero la mayoría de ellos simplemente deben guardarse en un lugar fresco y seco, alejados de la exposición directa a la luz solar. Si bien resulta muy cómodo guardar los medicamentos en el botiquín del baño, éste no suele ser un lugar aconsejable dada la humedad del ambiente por el uso de la ducha o la bañera. En cambio, guarde los medicamentos en su envase original en un lugar seco y que pueda cerrarse con llave, para que los niños no tengan acceso a ellos. Las tapas de los envases que son “a prueba de niños” suelen ser difíciles de abrir hasta para un adulto, pero asegúrese de verificar que la tapa esté bien cerrada. Por último, deseche los medicamentos de manera segura arrojándolos por el inodoro. Nunca arroje los medicamentos en un cesto de basura al que pueda tener acceso su hijo. |
Tanto el médico de su niño como el farmacéutico pueden contestar a sus preguntas acerca de medicamentos que se obtienen con prescripción y aquellos que no requieren prescripción (OTC en inglés). Aquí hay anotadas algunas cosas útiles para saber acerca de los medicamentos que deben tomarse por la boca (medicamentos orales):
Qué le debería decir al médico? Cuando su médico le prescribe un medicamento o cuando usted pide un medicamento que se obtiene sin prescripción (OTC en inglés) para su niño, asegúrese de decirle al médico estas cosas:
¿Qué puedo esperar de mi farmacéutico? El farmacéutico deberá decirle las mismas cosas acerca del medicamento que el médico le dijo. Para medicamentos líquidos el farmacéutico deberá darle un dispositivo para medir y deberá mostrarle la forma correcta de utilizarlo. El farmacéutico deberá contestar cualquier pregunta que usted tenga acerca del medicamento. ¿Qué debo hacer si mi hijo no se toma el medicamento? Hay muchas cosas que usted puede hacer para que el medicamento tenga mejor sabor para su niño. Ponga los medicamentos líquidos en la refrigeradora (nevera) antes de dárselos a su niño. Pero si su niño no se toma un medicamento por el sabor, puede ser aceptable mezclar el medicamento con una cantidad pequeña de líquido tal como jugo o con un alimento blando tal como pudín. Pregúntele a su médico o farmacéutico sobre el medicamento de su niño para saber si esto se puede hacer. Algunas farmacias tienen sabores que ellos pueden mezclar con líquidos antes de que usted los lleve para su casa. Usted también puede explicarle a su niño cómo el medicamento le puede ayudar a mantenerse sano o a sentirse mejor. Cosas para recordar acerca de darle medicamento a su niño:
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Farmacia Carora SA
Dirección: Av. 14 de Febrero con Calle Lídice y El Carmen
Telf. (0252) 4216868
Atención y servicio para ti